Las bridas de dos válvulas de acero inoxidable eran una fuente de fugas crónicas. Una válvula es una válvula de bola de 8” que se usa en el servicio de licor cáustico y la otra es una válvula de compuerta de 24”. El cliente estaba usando juntas hechas de PTFE insertado en metal, cinta de e-PTFE y caucho EPDM para sellar las bridas de las válvulas de bola y de compuerta. El uso de pernos de acero inoxidable limitó la cantidad que se podía apretar la brida. Las fugas ocurrirían con regularidad después de la instalación, lo que crearía problemas de seguridad y mantenimiento.