En los procesos industriales, no existe un estándar establecido para dimensionar mezcladores para las diversas aplicaciones para las que se requieren. Cada fabricante ofrece su propia solución basada en la experiencia. La filosofía de selección pretende crear la máquina más sencilla y económica, buscando transformar de la forma más eficaz posible la energía suministrada por el accionamiento en el líquido, para conseguir el objetivo de mezcla con el menor consumo posible.